lunes, 28 de noviembre de 2016


Ciudad de Petra
Historia
A partir del 312 a. de C., la ocuparon los nabateos, la tribu árabe que dejó de ser nómada para asentarse en ella y convertirla en su capital, imprimiéndole su esplendor arquitectónico, reflejo de la prosperidad económica obtenida de su situación privilegiada en las rutas comerciales de Oriente. Controlaron el tránsito de caravanas de la antigua Arabia, pero, finalmente, cuando su poder y prosperidad fueron evidentes, los romanos los anexaron a su imperio  como la provincia romana de Arabia, con Petra como capital. 
Una vez que los romanos tomaron el control de las rutas comerciales, el declinamiento de la “ciudad rosa” fue inevitable. Hacia el siglo VIII, el cambio de las rutas comerciales y los terremotos sufridos, condujeron al abandono de la ciudad por sus habitantes. Cayó en el olvido en la era moderna, y el lugar fue redescubierto para el mundo occidental por un explorador suizo, Johann Ludwig Burckhardt, en 1812.
Doce de agosto de 1812: la ciudad admirada por su deslumbrante arquitectura, por el color de sus rocas, por la sofisticación de sus acueductos, puentes y canales, tan remota, inaccesible, tan bien escondida por el azar o el capricho de sus primeros moradores que ya no existía para Occidente, había sido reencontrada.
No obstante, fue en 1924 que dieron comienzo las excavaciones en este imponente sitio. Ya en la Segunda Guerra Mundial, una rebelión árabe expulsó a los turcos otomanos. Los británicos la llevaron a condición de protectorado, categoría que se disolvió cuando en 1946 Abd ul-Alá consiguió la independencia y se transformó en el primer soberano del Reino de Transjordania.

De allí en más, la historia de la región está marcada por luchas intestinas y externas, sobre todo con Israel ya que gran parte de los habitantes de Jordania son refugiados palestinos. Musulmanes y cristianos conviven bajo un mismo cielo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario